Tener una piscina limpia y transparente requiere algo más que llenar de agua el vaso: hay que cuidar la química del agua.

En zonas como Marbella y la Costa del Sol, donde el verano es especialmente cálido y soleado, este aspecto cobra aún más importancia, ya que la intensa radiación UV y las altas temperaturas pueden consumir el cloro más rápidamente y crear un ambiente propicio para las algas.

Para evitar que el agua se vuelva turbia, verde o insalubre, es fundamental usar correctamente una serie de productos químicos esenciales.

En concreto, los cuatro pilares del mantenimiento son: el cloro, los reguladores de pH, el antialgas y el floculante.

A continuación, te explicamos de forma sencilla para qué sirve cada uno, cuándo se utiliza y por qué son importantes en el cuidado de tu piscina.

Cloro: el desinfectante esencial

El cloro es la base de la desinfección del agua de la piscina. Su función principal es eliminar bacterias, virus y otros microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud.

En el día a día, esto se logra añadiendo cloro de mantenimiento, ya sea en tabletas de disolución lenta (colocadas en el skimmer o en un dosificador flotante), en granulado/polvo que se disuelve en el agua, o mediante cloro líquido dosificado. El cloro viene en distintos formatos (lento en pastillas, rápido granulado, líquido, etc.) que permiten adaptarse al sistema de cada piscina.

¿Cuándo se usa el cloro? Siempre. Debemos asegurarnos de que siempre haya cloro en el agua en la proporción recomendada, especialmente durante la temporada de baño.

Además, tras ciertas situaciones excepcionales conviene un refuerzo: después de tormentas fuertes, de días de mucho uso de la piscina o de olas de calor, es recomendable realizar un tratamiento de choque con cloro de disolución rápida (granulado o líquido) para reestablecer la higiene del agua.

Este “shock” de cloro ayuda a destruir de inmediato cualquier contaminante orgánico introducido por la lluvia, el viento o numerosos bañistas en poco tiempo. Mantener niveles adecuados de cloro no solo desinfecta el agua, sino que previene en parte la proliferación de algas (aunque para esto último usemos también alguicidas).

Reguladores de pH: equilibrio para un agua saludable

Mantener el pH del agua en el rango correcto es el segundo pilar del cuidado químico de una piscina. El pH indica la acidez o alcalinidad del agua. En una piscina, el valor ideal de pH se sitúa alrededor de 7,2 a 7,6 en la escala, un nivel casi neutro que resulta agradable para los bañistas y óptimo para la acción del cloro. Si el pH se sale de este rango, pueden surgir problemas: un pH demasiado bajo (agua ácida) provoca irritación en los ojos y la piel de los bañistas e incluso corrosión en las partes metálicas de la piscina, mientras que un pH muy alto (agua alcalina) disminuye la eficacia del cloro y favorece la aparición de agua turbia y algas.

¿Cómo corregir el pH? Para ajustar el pH del agua existen los reguladores de pH, que se presentan típicamente en dos tipos de productos: pH Plus (incrementador de pH) y pH Minus (reductor de pH).

Estos productos suelen venir en formato granulado o líquido, y se dosifican según las instrucciones del fabricante hasta alcanzar el equilibrio deseado. ¿Cuándo usarlos? Siempre que midamos el agua y detectemos que el pH está fuera del rango óptimo. Es aconsejable medir el pH al menos una vez por semana (o con más frecuencia en verano, debido a que el calor, la evaporación y las lluvias pueden alterarlo) y corregirlo de ser necesario.

Antialgas: prevención de algas y agua verde

Las algas son uno de los enemigos comunes del agua de piscina, sobre todo en climas cálidos. Son microorganismos vegetales que, si se multiplican, pueden enturbiar y poner el agua de color verde, además de formar películas resbaladizas en paredes y suelos. Incluso con buenos niveles de cloro, es posible que aparezcan algas si las condiciones son favorables (por ejemplo, agua cálida y estancada, o tras haber dejado la piscina varios días sin filtración).

Aquí es donde intervienen los productos antialgas (algicidas): están formulados específicamente para prevenir la aparición de algas y eliminarlas eficazmente si ya han crecido.

¿Cuándo se usa el antialgas? Lo ideal es utilizarlo de forma preventiva durante toda la temporada de calor. En verano, especialmente en la Costa del Sol donde la temperatura del agua sube bastante, se recomienda añadir dosis preventivas de antialgas cada semana o cada dos semanas.

Los antialgas de choque, generalmente líquidos concentrados, eliminan las algas existentes – es posible que en combinación con un tratamiento de cloro extra – y suelen requerir después una filtración prolongada.

Floculante: agua cristalina y transparente

A veces, pese a tener cloro y pH en orden, el agua de la piscina puede verse turbia o con pequeñas partículas en suspensión. Esto puede ocurrir por polvo muy fino, polen, restos de cremas solares, o tras eliminar algas y quedar residuos microscópicos flotando. En estas situaciones, el mejor aliado es el floculante.

El floculante es un producto diseñado para clarificar el agua: actúa aglomerando las partículas diminutas que enturbian el agua, uniéndolas entre sí para formar flóculos más grandes que ya pueden ser atrapados por el filtro o se van al fondo para su aspiración.

Dicho de forma simple, el floculante hace que la suciedad invisible se junte para poder quitarla y así devolverle al agua su apariencia cristalina.

 

¿Cuándo se utiliza el floculante? Su uso es principalmente puntual, cuando el agua se ve opaca o turbia y necesitamos recuperar la claridad. 

El floculante se encuentra disponible en distintas presentaciones: lo hay líquido, para verter directamente cuando necesitamos una acción rápida, y también en pastillas o cartuchos que se colocan en el skimmer o en la cesta del prefiltro, de manera que van liberando agente floculante lentamente de forma continua.

Algunos productos recomendados

La gama de floculantes CTX Pro disponible en Meryva es tu aliada para mantener el agua de tu piscina limpia y cristalina. Estos productos permiten al filtro de la piscina capturar las partículas más pequeñas que enturbian el agua, eliminándolas para que quede transparente.

Son soluciones muy sencillas (sin complicaciones técnicas) para aclarar el agua turbia de tu piscina y disfrutar de un baño impecable. Te animamos a consultarnos o a adquirir tu floculante CTX en Meryva ¡notarás la diferencia en la calidad del agua!

Floculante en gel de un solo uso. Ideal para piscinas privadas y comunitarias.

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Con un mantenimiento químico básico apoyado en estos cuatro productos esenciales, podrás disfrutar de tu piscina con total tranquilidad, sabiendo que el agua está en óptimas condiciones para el baño. ¡Porque una piscina bien cuidada es sinónimo de un verano refrescante y sin preocupaciones!

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